Conóceme. ¿Por qué elegí ser terapeuta muscular?
¿Por qué elegí ser terapeuta muscular?
Desde niña he tenido un estilo de vida deportiva que me ha llevado a tener diferentes tipos de dolores en el cual mi rango de movimiento se veía deteriorado. Desafortunadamente cuando era joven y quizá si tuviera la capacidad de desenvolverse exitosamente en el deporte no pude hacerlo por que no logre encontrar un médico que pudiera sanarme; pues me decían que ya era muy grande para tener una vida deportiva activa.
Es por eso que cansada de no poder desarrollar el estilo de vida que deseaba y ver que los años pasaban y le cada vez más le cobraban facturas al cuerpo, puse un “stop” (alto) y comencé a enfocarme en mi cuerpo y en mis necesidades.
Así fue cómo dejé mi empleo para dedicarme a estudiar deportes.
Aunque vi una acuarela con muy pocos y pálidos colores había tomado una decisión (estudiar masaje deportivo) que cambiaría toda mi vida.
¡Y lo hizo!
Y mi experiencia personal me llevó a comprender que era completamente posible que también cambie la vida de otras personas. Es por esto que hoy me dedico a ayudar a los demás a mantener sus músculos en óptimas condiciones (así como a mi me hubiera gustado que me hubieran ayudado y que se me atendiera cuando yo lo necesitaba).
Y esto me lleva a pensar:
¿Entonces quién es el responsable de hacerlo? ¿Quién es el responsable de ayudarte a descubrir qué es lo que estás haciendo mal? ¿A encontrar la raíz del problema y solucionarla? y que no solo se trate de calmar por períodos de dolor...
Para responder a esa preguntas debo recurrir a una cita de otro gran libro de Ted Andrews; “The Healer´s Manual” que dice:
“Solo la persona en sí es la responsable de conocerse así misma emocional, física y espiritualmente de explorarse, de analizar sus debilidades y fortalezas para poder fortalecerse y deben comprender que otras personas solo nos preparamos profesionalmente para estudiar el cuerpo humano como “uno” y no el de cada ser humano”.
Recuerdo un cliente que me dijo me duele aquí y le dije ese es su músculo pectoral y luego me dijo: - y aquí también y le conteste esa es la inserción de ese mismo músculo y le pregunté:
¿Quieres un masaje de remedio? y su respuesta fue: “No, solo quiero el de relajación”
Pensando en cómo ayudarlo a aliviar su dolor, no solo le recomendé un tipo de masaje diferente y específico para su dolor, sino que además le muestre y explique cómo funcionan los bálsamos que podrían ayudarlo a sentirse mucho mejor.
Inmediatamente (con el afán de que no perdiera mi tiempo) me dijo que si yo le quería vender no me preocupara que no iba a comprar nada.
En ese momento pensé: “Esto es raro, tienes un dolor y te estoy dando las formas para eliminarlo y solo piensas que quiero venderte algo”
Pero también los pacientes deben ser conscientes de que los terapuetas musculares estudiamos, invertimos dinero y tiempo para ofrecer la mejor solución a nuestros pacientes, no es vender por vender.
Mis años de experiencia profesional me han llevado a encontrarme con dos distintos tipos de clientes: Los que aman sentirse bien y quienes viven atados al dolor; Hubo una paciente que siempre pedía un masaje para su ciática. Al investigar sobre ese diagnóstico ella no supo decirme desde cuándo, cómo y quien le diagnosticó "la ciática", pero de todas formas ella se ocupó de solamente pedir tratamiento para ello. Cuando en realidad podía haber necesitado otro tratamietno diferente.
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Ice figure Skater & Muscle Therapist.
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